La raya es un pescado de una gran tradición gastronómica en mi tierra Galicia, es muy valorado y la manera más habitual de preparación es en caldeirada "A caldeirada de raia", en realidad se utilizan pocos ingredientes, pero aún así se consigue un plato muy pero que muy delicioso y sabroso.
La clave del éxito es su ingrediente principal, la raya ya que la carne de este pescado es blanca, delicada y jugosa. Carece de espinas, en su lugar tiene cartílagos por lo que es un pescado muy adecuado para los que rechazan comer pescado por tener espinas y como no adecuado para los niños.
La mejor época para consumir la raya es en los meses fríos de invierno, además el invierno es la temporada el ideal para su pesca.
Pelamos las patatas y los chascamos, si nos gusta más se pueden cortar a rodajas de un centímetro más o menos
Ponemos una cazuela amplia al fuego con agua y con sal al gusto, añadiremos las patatas y una hoja de laurel.
Cuando comience a hervir contamos unos 15 minutos, añadimos el pescado.
Dejamos que hierva unos 5 minutos más.
Después escurrimos todo el líquido guardándolo para en un bol para preparar la ajada.
Ponemos una sartén al fuego lento con el aceite.
Pelamos la cebolla y la cortamos a trocitos pequeños, la echamos a la sartén con el aceite caliente, junto con y el ajo, cuando comiencen a dorarse le añadimos el pimentón dándole vueltas para evitar que se queme, le añadimos inmediatamente el vinagre, mezclamos y le añadimos un cucharón del caldo que hemos reservado. Puedes añadir tanto caldo como te guste, pero no os paseis yo solo le añadí un cucharón y medio.
Finalmente, lo vertemos todo encima de la patata, la raya, y lo dejamos 3 minutos más a fuego lento todo junto y en ese momento podéis rectificar la sal y si queréis añadir un poco de pimienta en grano.