Los adobos o marinados para carnes y pescados son una técnica tradicional de cocina a lo largo de todo el mundo.
Adobos hay tantos como madres y abuelas, así que yo os voy a enseñar el mío.
Pero no será el único, poco a poco ire subiendo mas tipos de adobos.
Troceamos la carne en pedazos no muy grandes.
La ponemos en un recipiente donde la carne esté más bien justa no queremos que sobre recipiente para poder adobar mejor, la salpimentamos, ponemos las hojas de laurel y con las manos mezclamos bien para que la sal se reparta por igual.
Damos un golpe seco a los ajos para que se abran un poco. Los colocamos en un bol y añadimos el resto de los ingredientes: comino, orégano, los clavos, pimentón, perejil picado, el vino, el aceite y el zumo de limón.
Ligaremos bien la mezcla con la ayuda de un tenedor.
Añadimos a la carne el adobo que acabamos de preparar y lo mezclamos bien para que quede la carne bien impregnada por todas partes.
La dejamos dentro del recipiente, eso sí, bien tapada, debe estar al menos 24 h. en la nevera, pero que no supere nunca más de las 48 h.
Cuando la vayamos a preparar, sacamos la carne, escurrimos los trozos de su adobo.
Cogemos una sartén a la que le añadimos un poco de aceite y la ponemos a calentar al fuego
Salteamos la carne, hay que hacerla a fuego medio para que se vaya dorando poco a poco y veremos que ira soltando líquido del adobo, debemos dejar que se sofrian hasta que la carne quede sin líquido.