Las filloas gallegas realizadas con leche, forman parte de los ricos dulces que se preparan en carnaval, en la actualidad se toman todo el año.
La filloa hay la versión dulce y hay la versión salada, incluso en época de matanza, se realizan con sangre.
Yo prefiero las de leche, pero para gustos pintan colores.
Debéis tener una sartén de hierro o filloeiras, eso sería lo tradicional, pero como no es normal tenerlas en casa, podéis usar una sartén antiadherente del tamaño a vuestro gusto, yo utilizo normalmente una sartén de 24 centímetros de diámetro.
Para preparar a la masa líquida (en gallego se le llama amoado) que dará lugar a las filloas.
Ponemos en un bol todos los ingredientes. Batimos con la batidora, hasta mezclar bien los ingredientes.
Batiremos bien hasta que no queden grumos, debemos conseguir una masa relativamente líquida.
Dejaremos reposar entre treinta minutos a una hora, así lograremos que la masa adquiera la mejor textura .
Calentamos la sartén y la engrasamos un poco pasandole una brocha con aceite o incluso puedes utilizar un papel de cocina. Añadimos una cantidad pequeña de masa, a la vez que añadimos la masa vamos moviendo la sartén de manera que quede todo el fondo cubierto. Debe de quedar una capa muy fina.
Cuando veamos que los bordes de la masa empiezan a separarse de la sartén, le damos la vuelta y la dejamos un poco más para que se haga por el otro lado.
No deben de quedar muy tostadas, más bien blanquitas.
Las vamos apilando unas encima de otras, y si las queréis endulzar con azúcar con canela a medida que las saquéis de la sartén ponerle un poco por encima.