Tahini o pasta de sésamo, esta salsa es de un sabor potente, pero si queréis un sabor más suave, debereis utilizar las semillas sin tostar, además de sustituir el aceite de oliva por un aceite con menos sabor o incluso sustituir por agua.
Se conserva bien durante semanas en la nevera.
Os explico cómo la preparo.
Comenzaremos, tostando las semillas de sésamo.
En una sartén sin nada de aceite, ponemos las semillas y las doramos durante cinco minutos, deberéis taparla ya que tienen tendencia a saltar fuera de la sartén. También podéis evitar este paso si compráis sésamo tostado.
Una vez tostado lo dejamos enfriar al menos durante 10 minutos.
Introducimos las semillas de sésamo en el vaso de una picadora o si tenéis en un molinillo de semillas y la pizca de sal.
Comenzamos moler el sésamo hasta conseguir una masa muy muy espesa, entonces empezamos a añadir el aceite poco a poco, hasta lograr una pasta cremosa.
Cuando consigamos la textura que nos guste, ya podemos pasar la crema resultante a un bol.
El aceite que lleva la crema es primordial para ayudar a triturar las semillas, conservado en frío puede durar de 6-8 meses, siempre que esté en la nevera.
Si guardamos tarros en la nevera y para poder proteger la superficie de la salsa, añadimos una pequeña cantidad de aceite de oliva.