En el otoño empezamos a ver ejemplos de caza menor, ya sean codornices, perdices, pichones, tórtolas o zorzales, también conejos o liebres en los mercados, tiendas y en algún hogar del cazador.
Cocinar caza no es tan difícil como a veces nos han dicho. Simplemente sucede que en la mayoría de casos, necesitan más tiempo de cocción de la que necesitan las carnes como el cerdo, vacuno o pollo más habituales en nuestra cocina.
En una cazuela ponemos el aceite. y sofreímos los ajos y las almendras.
Una vez dorados los ponemos en un vaso triturador al que le incorporamos el vino y parte del agua, trituramos bien. Reservar.
En la misma cazuela con aceite, doramos bien los zorzales por todos sus lados. Retirar y reservar.
Sofreímos la cebolla y las zanahorias.
Una vez pochado, sin que coja demasiado color, incorporar los tomates y rehogar unos minutos más.
Añadir el azafrán, el tomillo, el romero, el laurel, la pimienta negra, salpimentando al gusto.
Agregamos los zorzales a la salsa .
Añadir el majado de ajo y almendras, y el resto del agua .
Dejamos cocer a fuego lento durante 30 a 45 minutos hasta que los zorzales estén tiernos y la salsa haya tomado cuerpo.
Si es preciso se puede añadir más caldo o agua.